Shane Connolly | Vidi Aquam
Entrar en el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral de Córdoba hace saltar las alarmas de cualquier persona con un mínimo de sensibilidad. Caminar por el jardín vivo más antiguo de Europa es una sensación única, mística, casi telúrica. Solo alguien con una inédita mezcla de grandeza, modestia y respeto por lo que nos supera es capaz de enfrentarse a crear una instalación en un patio como este.
Shane Connolly ha tenido la responsabilidad de decorar eventos tan icónicos de los últimos años como la boda del Príncipe Guillermo de Inglaterra con Kate Middelton, y lo ha hecho siendo totalmente fiel a sus principios: con una preocupación absoluta por el cuidado del medio ambiente y la seguridad de que no tiene sentido tratar de embellecer lo ya de por sí absolutamente bello. Si aquel día la abadía de Westminster amaneció con una avenida de arces y carpes en su interior, en FLORA encontramos un sencillo homenaje a la capacidad purificadora del agua, en recuerdo de todos los que nos dejaron por la pandemia de la Covid-19. La silueta de una inmensa fuente hace guiños a las acequias y alcorques del patio, y a las hileras de columnas del interior, y nos recuerda que tanto musulmanes (de manera literal, en este mismo patio, siglos atrás) como cristianos han entendido el agua como símbolo de salvación.
Música religiosa del Domingo de Pascua, agua, flores y silencio interior. No se puede decir más con menos.
Sobre la instalación:
Vidi Aquam egredientem de tempolo, a latere dextro, Alleluia:
Et Omnes ad quos Pervenit aqua ista, salvi facti sunt,
Et dicent: Alleluia, alleluia!
Vi un agua que salía del templo, del lado derecho, aleluya.
Y todos aquellos a quienes alcanzó esta agua,
se han salvado, y exclaman: aleluya, aleluya.
“El espléndido Patio de los Naranjos de la Mezquita de Córdoba me deja sin aliento. Su sencillez, su tamaño y su serenidad han hecho de este lugar la joya del tesoro de la hermosa ciudad de Córdoba.
En pocas palabras, es perfecto.
Que te inviten a añadir algo a lo que ya es perfecto es tanto un honor como algo abrumador. Así que mi pisada fuera ligera… tanto respecto al medio ambiente como a la estética. Quería que nuestro diseño reflejase la historia espiritual de este lugar, sin olvidar las realidades seculares del presente; la pureza de la fe, y las necesidades de un país y de un mundo que se recuperan de una pandemia devastadora y que se enfrentan a un desastre medioambiental.
El agua ha desempeñado una función esencial en este patio desde que se construyó. Tanto en el islam como en el cristianismo, el agua simboliza la pureza y la vida, redención y salvación. Estas piscinas y canales acuáticos provienen de los antiguos pozos de la Mezquita-Catedral. Reflejan los diseños moriscos existentes del pasado islámico de la Mezquita, pero su trazado es de este a oeste en la tradición cristiana actual, por lo que aúnan ambas fes con respeto y en armonía. El metal del que están hechos se reciclará tras el festival.
En el agua hemos colocado miles de claveles rojos, una flor con una fuerte relación con España y, en particular, con Córdoba. Estas flores crecen en Andalucía, así que provienen de tierras españolas y suponen la menor huella de carbono posible en este lugar. Si conoce a alguien que muriese en la pandemia, le invitamos a poner un clavel en el agua de las piscinas en recuerdo de dicha personas. Y cuando se vaya, esperamos que se lleve algo de consuelo y fuerza de este lugar ancestral de socorro.
Todo el tiempo se escucha un arreglo de la antífona oriental Vidi Aquam, del compositor español del siglo XVI Tomás Luis de Victoria. Nos recuerda que fueron muchos los siglos de fe y devoción necesarios para construir este lugar de culto de extraordinaria belleza. Nuestra visita es como un parpadeo en su línea temporal infinita”
Shane Connolly