Emma Weaver | Liminar
Liminares son esos espacios que nos hacen dudar si nos encontramos en un lugar o en otro, comenzando o terminando algo: la adolescencia, una frontera, la enfermedad. ¿Es un campo de lirios y un estanque lo que vemos, o una fuente en medio de un patio? La artista plantea una instalación que funciona en constante cambio: un viaje, no un destino. Convencida de las múltiples lecturas de una obra de arte, sus visitantes dudarán sobre el mejor lugar para mirar…
Al igual que el lirio, antaño símbolo de realeza (por ello adorna los muros del Patio del Reloj) y en la actualidad considerada por muchos como una flor pasada de moda, Weaver nos hace replantearnos quién y cómo se decide la idea de «buen gusto». Y aún hay otra frontera en este espacio: la que supone el propio patio, entre el bullicio de la calle y las instituciones públicas.