Thierry Boutemy | Constelación
Aunque le gusta trabajar con gran cantidad de flores y colores, en esta ocasión Boutemy ha querido crear, según sus propias palabras, “una sensación de fragilidad y de melancolía que es, sin duda, la fuente de mi amor por las flores”. Su constelación personal. Estamos, por tanto, ante la obra más personal de uno de los artistas florales más respetados del mundo. El francés, que siempre tiene presentes en sus creaciones los paisajes salvajes de su infancia en Normandía, encuentra en la oscuridad y en lo que la luz proyecta sobre la naturaleza la raíz de su pensamiento. Y no duda en afirmar que las flores le dan la mayor de las felicidades, pero también lo contrario.
“Nos encontramos en un patio, la pieza principal y la esfera con las estrellas, los astros, la mitología, el cosmos y el misterio de dónde somos.
El hombre ha imaginado estos puntos de referencia que le dan seguridad. Por eso he querido recrear una caja donde puedo reflejar mi universo y la forma en la que percibo una forma de pensamiento que nace de la oscuridad y donde la luz da vida a la composición vegetal entre nacimiento, renacimiento y muerte. La vida.
La vegetación se compone de hierbas, raíces, bulbos, colchicum y clemátide. Un cuerpo compuesto de liquen y en una especie de levitación o de flotación en un cosmos vegetal. La música está ahí para darle el misterio de un universo errante, en viaje.
Acostumbrado a trabajar con gran placer con más colores y flores, tenía ganas de recrear una sensación de fragilidad y de melancolía que es sin duda la fuente de mi amor por las flores; las flores, como ya he dicho varias veces, son el reflejo de nuestra fragilidad y vanidad al trabajar con ellas en el día a día. Dicho sentimiento se refuerza en mí: me aportan la mayor de las felicidades, pero también lo contrario”.
(Thierry Boutemy)