Cordero Atelier
Sara Uriarte es, por varias razones, una rara avis en el mundo del arte floral, como lo es el propio FLORA. Tras el estudio creativo que capitanea –Cordero Atelier, dedicado a la dirección de arte con una mirada particular e inquieta sobre el arte floral– se encuentra la pasión de Sara por las flores, algo que no empezó en un jardín, sino en el laboratorio: farmacéutica de formación, aprendió pronto que toda característica que identifica a una especie está dotada de una función específica y perfecta dentro de un entorno. Tras años analizando plantas, pasó a trabajar con ellas para expresarse, emocionar, comunicar ideas o conectar con otras personas. Hoy es una de las artistas florales más interesantes del panorama español, reclamada constantemente por marcas como Hermès, Loewe, Narciso Rodríguez o Kenzo.
En los proyectos de Cordero Atelier hay también una fuerte inclinación hacia la arquitectura y lo escultórico. El estudio de formas y estructuras sorprendentes es una constante en sus trabajos, en los que la botánica juega a crear un ecosistema donde cada elemento cumple su papel, en un aparente desorden. Y es que, a Cordero Atelier, a diferencia de la gran mayoría de floristas, le importa más “la masa” que la silueta de cada flor y tallo. Lo explica la propia Sara Uriarte al exponer cómo entiende el arte floral: “Una masa enérgica que suma fuerza y significado, que irrumpe con autoridad propia, que fascina y desconcierta y que incluso ejerce de invasora, reclamando así el espacio robado a la naturaleza”. Un acercamiento sin duda diferente al universo botánico.